Desde dentro: subjetividad y paradigma. Katherine






Universidad de Santiago de Chile

Facultad de Humanidades

Departamento de Educación

Cátedra: Investigación aplicada



Evaluación individual.

Nombre: Katherine

Fecha 8 de Junio del 2009.

Profesora: Gricelda Figueroa.


Respuestas:


Ernesto es un hombre común, como algunos. En las mañanas es despertado por su reloj a las 6 en punto para levantarse y tomar desayuno. Se dirige todos los días hábiles de la semana a su trabajo a partir de las 7 de la mañana en bicicleta. Cada día debe esperar el semáforo de las ciclo vías para seguir avanzando. En tal trayecto siempre se queda detenido mirando algunos “monitos” que alguien pintó en las paredes de un edificio. Los mira pues le parecen graciosos, y por que cada vez que pintan el edificio para borrarlos, a la mañana siguiente, aparecen unos nuevos y más graciosos. En la televisión supo que se llamaban esténciles y vio como era su producción. Le pareció interesante y desde ese día se le ocurren algunas ideas graciosas para estarcir, pero nunca le queda tiempo para tomar un corta cartón y algún soporte para efectuar sus ideas. Sí para mirarlos siempre y detenerse a pensar un ratito sobre que “cosa” nueva se les está ocurriendo decir a los esténciles, que quién sabe quién imprimió en la pared.

-Una vez lo entrevisté y le pregunté:

¿Qué papel juegan sus representaciones en un proceso investigativo?

Y me dijo que no sabía que era representación ni proceso investigativo. Entonces yo le comenté en palabras simples a que refiere aquello y entonces el me respondió:

-Mira mi niña, como soy una creación tuya será muy difícil que me hagas hablar a partir de objetividad alguna ya que según Sartre y el mismo Artaud: yo soy tu y tu eres yo, ya que toda expresión creativa es un suplicio que uno se inflinge a sí mismo para librarse de los tormentos de la vida, es uno mismo en lo otro creado. En este sentido Flaubert era madame Bovary, el Quijote era Cervantes y yo soy tú. Lo anterior prueba la dificultad de salir de la propia subjetividad para situarse o llegar a lo objetivo en un proceso investigativo. Yo soy tus representaciones, tus creencias, tus valores, motivaciones, esquemas culturales y visión de mundo.

Yo soy tu subjetividad, aquella de la que te es difícil escapar, pero más aún si no eres conciente de ella. Yo soy la estructura simbólica con la que le atribuyes sentido a la realidad, la que define y orienta tu comportamiento. Por mí te has movido a pensar que aquello que yo miro a diario, más que un chiste reflexivo podría ser un modo de mostrarme que existen personas que hablan de los problemas que yo creo propios, que los estudian y que con sus teorías y visiones de mundo, mueven al mundo: Los pensadores y los Filósofos.

Yo soy tu prejuicio, tu representación de un observador y como yo hay muchos más: tus representaciones del contexto histórico, de la filosofía, del esténcil, del creador estencilero, de lo que quieres averiguar, de lo que quieres encontrar o no encontrar.

A mi me debes tener en cuenta y poner entre paréntesis como dijo alguna vez el buen Husserl, no en el sentido de olvidarte de mi, sino en el sentido de alejarme de ti para que puedas mirar con la mirada intersubjetiva que es la única ciertamente cercana a lo que llamamos real pues tu bien sabes que lo objetivo se nos presenta muy lejano pues quienes lo miramos somos puras subjetividades.

Conmigo y mi lenguaje propio y m propia manera de ver el mundo y los otros (prejuicios, representaciones previas) partes al principio de tu proceso investigativo, conmigo a cuestas pretenderás alcanzar cierta objetividad en lo estudiado y logrado.

Yo juego el papel del comienzo hecho conciente en ti, a mi me debes tener presente para no confundir los productos de tu investigación conmigo, para no caer en la actitud natural convirtiéndote en una científica natural que obvia los elementos de la realidad que no calzan con aquello que tu propones, que tu quieres o crees que lograrás.

- Me puse a reflexionar sobre lo anterior y me pregunte a mi misma: ¿cómo traducir aquello, cual será su relevancia y la relevancia de la comprensión?

En primer lugar no debo confundir la realidad con mi intuición sobre el stencil y la filosofía, debo, junto a mi compañera hacer que nuestro equipo de trabajo se mueva conforme a la realidad, de forma dinámica, para tener siempre presente su movimiento, variaciones, miradas: representaciones. Aquellas mías son mi punto de partida, las cuales debo tener siempre presente para no confundirlas con lo que realmente estoy observando.

Debo entender la realidad como una vivencia intersubjetiva para no olvidar a los otros y a sus formas de mirar lo real y con ellas podré construir sentido respecto a lo investigado.

Su relevancia es ser mi base, la tierra que deberé limpiar para construir una base firme para lograr edificar nuestra investigación, una estructura que permitirá mirar al esténcil desde un nuevo punto de vista. Ernesto es la pintura de mi ignorancia primera ante el tema, y es también motor de movimiento. Del “no sé” al “quiero, por esto, saber que es”. En la respuesta de Ernesto hallé aquello que me ata: mi subjetividad, de la cual no me puedo desligar sin tener presente a los otros, la cual debo tener en cuenta al comenzar a investigar y a partir de la cual, puesta en suspenso, entre paréntesis, he de elegir un método que me permita un acercamiento más concreto a lo real, sin que ella nuble con respuestas previas el develamiento de algo que aún no sabemos: Si el esténcil puede retornar la filosofía al ágora. Retornar, pues allí se mostró al mundo cotidiano y desde allí se le juzgo también.

La comprensión de estas representaciones permitirá generar nuevos conocimientos. Son la primera forma en que comienzo a mirar el mundo, en cómo me muevo en él. Y en su modificación o variación encontraremos nuevas formas de comprender nuestro ser-en-el-mundo.


. El contexto concreto de mi investigación, cómo iluminarlo teóricamente.

Actores involucrados: Estencileros, observadores del esténcil, el esténcil mismo.

Todas aquellas personas que no conocen lo que significa filosofía, que desconocen a los pensadores involucrados, que no hallan en ella relación con lo cotidiano y habitual de cada uno.

Contexto: Esténcil en Chile, como movimiento que comienza a emerger con fuerza y organización, ejemplo: estonoesarte.

Chile, hoy, siglo XXI. Dónde la filosofía ha perdido espacio en el aula, dándose en la enseñanza municipal solo a partir de tercero medio. Que ha sido eliminada de la educación vespertina. Que se nos presenta con la necesidad de buscar nuevos espacios donde darse.

De esto nos surge una interrogante: ¿Cómo solucionar el problema de la perdida de espacios donde la filosofía se muestra a las personas y si el esténcil, como característica suya, podría servir de soporte para tal fin. Tomar la forma de vitrina abierta a las personas en lo cotidiano portando en él contenidos filosóficos.

Tal contexto es el que queremos iluminar: la pérdida de espacio de la filosofía en nuestro país. Queremos develar lo que el esténcil nos propone y ver si en el existe una característica que nos permita mostrar la filosofía como una marca que alguien dejo por ahí, que en su anonimato, pues nadie sabe exactamente la identidad de algunos estencileros, nos muestra tan solo que “el pueblo pasó por ahí”, como se responde en fuente ovejuna a la pregunta del ¿quién fue?, para ello debemos dilucidar que concepción de espacio utilizaremos para poder abordar el problema. El pueblo, concepto tan mal manipulado, que realmente se refiere a la gente que convive y vive en un sector del mundo. A ellos queremos dirigir la filosofía, o pretendemos, a los cotidianos actores de la vida, con un pensamiento que en su pretendida universalidad parte de uno significando a todos, representándolos a todos, como la iconografía estencilera.

Develar por medio de nuestra teoría si es que realmente habrá un diálogo entre el pensamiento filosófico, el esténcil y el espectador. Si es que en una de sus aristas será posible que, también, quien lo produzca, logre aprendizaje y conocimiento de tales pensamientos. Si su producción será significativa en él y en quien observa.

Devolverles, por medio del esténcil, a las personas, las comprensiones reflexivas sobre el ser humano, la vida, la historia, el ser-en-el-mundo que otorga la filosofía, al menos para que se sepa que están ahí para nosotros, como el esténcil. Una nueva forma que se nos muestra y permite generar sentido.


Uno de los prejuicios o representaciones previas al análisis del esténcil era que siempre es creado con un significado o pretendiendo decir algo. Cada vez que mirábamos un esténcil buscábamos en él qué intentaba decirnos el autor, pero entrevistando a Felipe Erazo, de estonoesarte, comprendimos que no siempre aquello es el fin de la creación estencilera, también esta solo el hecho de mostrar un ícono de forma estética, bella, para el deleite del espectador, sin un sentido de fondo. Lo cual no significa que el espectador no le de un sentido propio. Hasta pensar que significa nada es darle un sentido ya, una mirada distinta.

La entrevista de uno de los protagonistas de nuestra investigación abrió nuestra mirada y le permitió salir de cualquier dogmatismo; la realidad se nos presentó tal cual es: puro movimiento, donde a una pregunta existen multiplicidades de respuestas y miradas, que no necesariamente se corresponden con la nuestra. Si todo encajará tal como lo estiman nuestras hipótesis estaríamos cerrando el campo de posibilidades de lo real, dejaríamos de hacer ciencia, comprobando solo lo que nosotros estimamos verdadero, obviando el resto de la información, perdiendo objetividad, comprobando sólo lo que pensamos, dejando de lado los errores y contradicciones, creyendo que la realidad debe adaptarse a nuestras ideas y no viceversa y con ello se nos escaparía lo real, los otros, seríamos científicas normales, pasivas repetidoras, ocultadoras de la verdad.

El conocimiento del objeto es una práctica continua y móvil de un mundo dinámico que aunque esté plagado de leyes fijas e inmutables no significa ello la perdida de movimiento. No nos encontramos en un mundo estático y cerrado, es más bien abierto y móvil pues está en permanente relación con los otros, en permanente cambio; todo conocimiento esta situado en una relación inseparable con el medio social, cultural, natural de los otros seres humanos.

El objeto de estudio se debe situar en su contexto e incitar a ver como este lo modifica o como lo ilumina, en una actitud que Morin llama ecologizante (que abarca todo el contexto en el que se sitúa el objeto y el investigador); en este sentido es abierta la investigación científica y en tal apertura siempre hay movimiento.

Esta unido a la vida cotidiana del sujeto y no se debe separar de ella ya que si el conocimiento no es para los otros ¿qué utilidad común tendría?¿qué sentido tendría generar conocimiento solo para uno mismo?¿tendría tal conocimiento alguna relación con el mundo? En mi opinión creo que una mirada puramente individual estancaría el dinamismo propio de lo que existe en el mundo.

En este investigar es necesario enfrentarnos con nosotros mismos, con las refutaciones de los otros, para hacer verdaderamente ciencia, es menester tener conciencia reflexiva de nuestro hacer científico cotidiano, respecto al otro y los otros, atravesado por su devenir histórico. No podemos escapar a los errores, pues el saber que el error existe nos lleva nuevamente a la reflexión, no para disminuir el error sino para saber que está allí, presente y que afecta su saber científico en una comprensión autorreflexiva.

Por lo cual el conocimiento científico tiene escena en la interacción que se tiene con los otros, episteme producto de una reflexión compartida. Los cuestionamientos del otro, como nos dice Jaramillo, mueven al sujeto a reflexionar, evidenciándose tales reflexiones en el intervalo del yo-otro, en un nosotros. Lo cual también se da en el ser de la comunidad académica, enriqueciéndose, aprendiendo cada uno de y en el proceso investigativo.


Desde dónde me sitúo epistemológicamente para investigar dentro de una realidad o sistema.

Es importante para saber qué y para qué se investiga, para darle un sentido útil a la investigación, para mi y para los otros, para generar un conocimiento concreto y compartido. Para darle un contexto contingente a mi investigación.

Al situarme en un paradigma tendré una concepción general de lo que quiero investigar, de los métodos de investigación con los que puedo comprender y abarcar el objeto, las formas como explicar, entender e interpretar los resultados obtenidos en una investigación para validar o agregar nuevos conocimientos a los ya existentes.

Desde mi perspectiva, Filosofarte ha de situarse entre dos paradigmas, ya que la realidad se nos presenta dinámica y la generación de conocimientos puede mostrase de muchas formas.

Nos movemos entre la racionalidad práctica y la racionalidad crítica desde el punto de vista en que la practica es teoría en acción que genera en su movimiento alimento, conocimiento. Ambos paradigmas son semejantes en varios aspectos, pero considero importante el sentido que le da el último paradigma a la interpretación siempre nueva que le puede dar el cognoscente a lo conocido a través de la crítica y su compromiso con el cambio. Pues estoy convencida de que ningún descubrimiento científico es determinante de la realidad. Los objetos cambian, el esténcil no permanecerá mucho tiempo con una misma estructura, es algo que los estencileros han comprobado desde que lo practican, han sido participes de su mutación y de la variación de sentido que se ve afectada por el esténcil del otro en el mismo muro, que quiéralo o no se introduce en el sentido del otro, interactuando o disolviéndose uno en el otro. En tal movimiento observo práctica y reflexión, aunque una no se siga de la otra de forma inmediata. Pero se contienen mutuamente. Hacerse conciente de la práctica es algo que en filosofía no pasa desapercibido, por esto no concibo como distintos el hacer y el pensar. Tal movimiento entre ellos tal vez se aclare más con la dialéctica, pero tampoco creo que se disuelvan mutuamente. Creo que es una lucha fructífera entre contrarios, son ellos mismos y a la vez generan un tercer momento, que puede vislumbrase en la practica reflexiva. Hacer y pensar aveces son lo mismo y otras veces son cada uno si mismo. En este sentido comprenderemos e integraremos acciones para analizar la realidad, como finalidad. Pues de una práctica estética: Crear esténciles como un espacio que toma la filosofía, intentaremos develar si en aquello recupera su lugar cotidiano y accesible tanto fuera como dentro de las personas, y en esto cabe reflexión y acción.


Mi rol como docente investigador.

¿Qué investigo?

Investigo si el esténcil puede ser un espacio que muestre que la filosofía esta ahí, cerca de nosotros, en nuestro cotidiano. Si la filosofía puede tomarse ese espacio para regresar al ágora, al exterior, a las calles, ahí donde está la gente y se reúne, Ahí donde las personas conversan y en un mirar ingenuo se encuentren con ella. Ese encuentro es el que pretendo con mi compañera, lo que venga luego será parte de otra instancia, pues no sabremos si es un encuentro reflexivo, en ese punto depende de cada observador.

¿Para qué investigo?

Investigo con el fin de otorgarle un nuevo espacio a la filosofía, como en un principio fue con la palabra hablada, luego pasó a los libros, pretendo ahora con mi compañera hacer que la lectura sea lectura hablada, hacer y pensar en lo cotidiano, pues considero que la filosofía es parte del hombre y merece su espacio, aquel espacio donde se mueven los hombres y se encuentran con otros hombres.

En tal finalidad esta pretendido de manera implícita el retorno al asombro, a la mirada crítica de lo que se observa, a las dudas, a las preguntas, pues un extracto de lo que dijo Sartre por ejemplo, en su libro a puerta cerrada: “el infierno son los otros”, en las murallas de una cárcel, puede causar más que una mirada extraña, un extrañamiento de lo observado, un sentir que lo mirado y leído es ajeno a mi y en esa extrañeza y desconocimiento volver a generar la duda. Una vuelta del pathos en cierto sentido perdido, que al estar cubierto bajo información instantánea y opaca, esta agonizando.

La intención de esto es salir de la actitud del nativo o la actitud natural de la que nos habla Husserl, que no cuestiona el contexto en el que esta inserto pues forma parte de su vida, para problematizar la realidad e integrarla desde una perspectiva de conjunto en la investigación, en su contexto.

En esto utilizaremos el método dialéctico o reflexivo, donde el conocimiento se produce desde los actores de la investigación y para sí mismos, donde uno es testigo y protagonista ya que este es nuestro cometido: vivenciar nuestras hipótesis con otros y junto a otros, ser partícipes de la creación estencilera y por que no: la filosófica. Pues el saber se genera de la propia práctica, en un hacer en el mundo.

De este modo es que se genera el aprendizaje significativo, donde el sujeto se conecta con el objeto de estudio o de producción, la construcción de sentidos, por medio de experiencias que signifiquen algo para mí, para el otro, ya que también pretendemos llevar al aula el uso del esténcil respecto a la filosofía, pero no es algo tan fácil desde el punto de vista desde el cual nosotras lo estamos mirando, pues es necesario tener cierto conocimiento filosófico para saber que frases elegir, dentro de que contexto y lugar colocarlas, lugar que debe tener algún sentido especial para el individuo, y qué imagen utilizar para que no se pierda el sentido de lo que se está enunciando. En todo este proceso hay intervención de los sentidos que posea la persona respecto a lo que está haciendo, la importancia que le dé o que le encuentre en el mismo proceso a la difusión del pensamiento, al compartir ideas, al mostrarle al otro, al compartir con el otro pensando en el otro.

El otro lo entendemos tanto como el espectador de lo observado como quien crea el esténcil y los demás quienes están insertos con nosotros en el mundo, aquellos que no podemos olvidar pues son parte importante del quehacer estencilero y científico: el dueño de la muralla, la persona que aún no ve el esténcil pero lo verá, los que analizarán nuestras hipótesis, los que la refutarán, todos. Todos ellos están involucrados en nuestra investigación, ellos son los otros, para quienes generamos conocimiento. A quienes debemos tener presentes pues sino caeremos en las conductas dignas de compasión de las que nos hablaba Popper, donde el científico ensimismado intenta probar su teoría descartando todas aquellas variables propias de un mundo en el que se vive y por ende se mueve. Nuestros alumnos también están involucrados en tal proceso, serán ellos quienes vivenciarán la creación estencilera, la difusión en espacios públicos y serán ellos quienes nos dirán si realmente tal quehacer se les hace significativo o no, si les permitirá o no crecer. Pues el crecer propio y del otro es un proceso en el que podemos intervenir, pues tal vez estemos programados biológicamente pero no determinados, somos capaces de inventar nuestra existencia como nos dice Freire, y en ese inventar creativo, en ese hacer es donde queremos descubrir la reflexión de lo que se esta haciendo, de lo que se provocará en el otro en la creación estética.

Toda práctica cultural es una construcción simbólica y es cultural al momento de tener presente al otro cuando creo, al otro ser humano que se mueve en el mundo junto a mi. Para él es el esténcil, para él es la filosofía que crea el filósofo, pues si fuera para nosotros mismos no saldría de nosotros al exterior, se nos quedaría dentro al modo de una idea y esto no es lo que queremos. Filosofarte quiere sacar la filosofía de la mente del pensador, del libro que solo se puede leer si se compra o si se conoce por estar en la universidad. Queremos devolverles, la filosofía, a las personas, a los estudiantes, al ágora, a los centros de reunión, al hablar cotidiano de la gente del mundo de la vida corriente, a los de la educación vespertina quienes eran los que más valoraban la educación filosofica, personas adultas que comenzaban a preguntarse, a dudar. Mundo que el científico no debe olvidar, mundo en el cual esta situado el o los paradigmas que hemos elegido, como se enuncio más arriba: comprometiéndonos con la transformación de la realidad y la reflexión en y desde la praxis.



Articulo de interés








Diario el merculo

Domingo

18 de febrero del 2007.

encontrado bajo un limpia pies.

De aqui

tomaremos las ideas de transgreción, diálogo y colectividad del esténcil.

Buscando sobre estencil en los diarios.



Este artículo fue tomado de la sección: ARTES Y LETRAS de el merculo. El día9 de Junio del año 2009. pertenece al día:
Domingo 30 de Marzo de 2008.

Éste es colocado por que en su forma de hablar del esténcil abarca las mismas ideas que tenemos en mente. Ideas que nos hacen sentir que vamos por un buen camino, aunque estas nociones son para nosotros el inicio de una futura definición de esténsil, lo cual es algo que buscamos, para partir.
Lo encontramos buscando otro artículo del mismo diario, el cual una de nosotras vió bajo sus pies, sentada en algún lugar pensando, debajo de un limpia pies.

Todo puede pasar en una investigación. La información inspiradora y aclaradora puede estar en todos lados. Solo es cosa de poner atención en lo cotidiano.
En la nota que sigue subiré el escaneo de tal articulo encontrado, del cual solo tenemos una parte. Será menester buscar en archivos el artículo completo.









Libro "Santiago Stencil" Edwin Campos y Alan Meller:
Santiago de Chile retratado a lo Stencil

Con fines estéticos, humorísticos y, sólo a veces, políticos; estas imágenes han plasmado sobre los muros de la ciudad la vida cotidiana de una nación. Y esto solamente con una plantilla, un aerosol y una idea. Aquí, el contenido de un libro cuya recopilación de figuras es una fotografía de la idiosincrasia capitalina.

Constanza Rojas V.

En 2005, en el muro de la Franja de Gaza que separa Israel de Palestina pudo verse una fisura. Un agujero hecho por dos niños con sus palas, a través del cual aparece un Israel paradisíaco, con palmeras y playas. Pero nada de eso era real: se trataba de una intervención en stencil que hizo Banksy, seudónimo de un artista que, pese a permanecer en anonimato, vendió hace poco una obra en 270 mil euros.

El recurso ha llegado lejos: desde hace unos años, Chile ha visto aparecer en sus calles miles de estas muestras a manos de cientos de autores anónimos, los que cada noche se aventuran a dejar su marca con su plantilla y aerosol. "Salía en bicicleta aproximadamente cada tres meses, y volvía a mi casa con fotos de 150 stencils". Alan Meller, licenciado en literatura de la U. de Chile, estaba interesado en estas expresiones que él denomina posmodernas y no necesitaba aplanar calles para encontrar lo que buscaba: las imágenes abundaban en las paredes, compitiendo con la publicidad y los coloridos grafitis.

Paralelamente, Edwin Campos, diseñador, abría una página web invitando a los stencilistas a subir fotos de sus imágenes. Su intención era crear una comunidad que se organizara para hacer exposiciones, pintadas y decorar locales. Pero siempre a la mira de hacer una recopilación de este material, idealmente, en un libro.

Cuando ambos se contactaron, descubrieron que tenían el mismo interés y se unieron para crear lo que resultó ser "Santiago Stencil": una recopilación de los stencils capitalinos que, entre 2003 y 2007, la ciudad tuvo en sus calles.

De la caverna a la ciudad

La técnica es milenaria. Primero fueron pigmentos lanzados sobre la pared de una caverna, usando la mano como plantilla. Luego cueros y papiros que dejaban su forma en pirámides y sarcófagos. Milenios después, las cajas de madera que transportaban explosivos, salitre o comestibles llevaban un "frágil" impreso en letras rojas a través de un molde.

Hasta que un día, Blek le Rat une esta forma de estampado con el aerosol usado por los grafiteros en Nueva York. Así, había nacido el "Stencil Grafiti", que hoy recorre las calles de Santiago y el mundo.

"Nuestra intención es romper, aunque sea unos segundos, la monotonía del camino a casa", expone Edwin, y con esa frase, define una importante propiedad del stencil: la multidiscursividad. En otras palabras, la creación de estas imágenes puede tener fines estéticos, humorísticos o meramente nostálgicos. A diferencia del grafiti, propio del hip hop, el mensaje político acá es sólo una de las formas que toma este arte. "Estábamos más cerca de Sex Pistols que del Canto Nuevo. Todo lo que se cocinaba desde fines de los setenta nos parecía mucho más interesante que el lamento y autoflagelamiento ante una dictadura fome, violenta", comenta en el libro el músico Francisco Fábrega, pionero de stencil en Chile.

Este rasgo probablemente proviene de lo abierta que resulta su técnica. Mientras en el grafiti se necesita instrucción y se busca un prolijo uso de los materiales, en el stencil cualquiera con un cartón, una lata de spray y una idea puede hacer una obra. Por esto mismo, son infinitos los mensajes que surgen de este modo de trabajo, y finalmente: "El mejor stencilista es el que tiene mejor concepto, no la mejor técnica", afirma Edwin.

Con respecto a la forma que este arte ha tomado en Chile, Alan destaca dos recursos comunes. Por una parte, la descontextualización y resignificación de un ícono: "Se toma algún logo publicitario o rostro famoso y se interviene, con lo que cambia su significado". Ronald McDonald diciendo: "Me encanta todo eso" con una bomba en la mano, o un símbolo de veneno con un bus de Transantiago en lugar de una calavera. Y por otra parte, Alan reconoce que en las calles capitalinas es común encontrar rostros desconocidos plasmados en las paredes. "La imagen de la polola o de un amigo". Una forma que, más que un intento de difundir una ideología, busca dejar una marca en la ciudad, decir "aquí estoy".

La ciudad como museo

"A veces, la ubicación nace antes que el mismo diseño". Así Edwin resume lo importante que es para el stencilista el lugar donde imprimirá su imagen. Una baranda de una escalera llama al artista a dibujar sobre él un skater, una pared de ladrillos obliga al stencilista a poner en ella a una niña de espaldas escribiendo con spray un mensaje.

Así también, Alan reconoce que existen lugares favoritos para hacer las pinturas: el centro de la ciudad, cerca de la calle Lastarria y el barrio Brasil, y alrededor de las escuelas de diseño o arte. Buscan lugares transitados, donde su creación sea vista por los ciudadanos que circulan cotidianamente.

Otro factor es que suelen ubicarse donde haya algún stencil anterior. Alan comprobó eso por sí mismo: en una pared vieja cerca de su casa hizo una impresión, la primera que recibía el muro. Semanas después, el sitio tenía decenas de éstas. "Brotan donde ya hay, crean puntos de encuentro para establecer un diálogo".

Comunicación que se crea sólo a partir de las imágenes, no de los artistas; porque esta labor es principalmente anónima. Mientras en el grafiti el autor se preocupa de dejar su marca para que ésta sea reconocida por los demás, lo común es que el stencilista no firme sus obras. Busca que su pieza, no su nombre, quede instalado en la sociedad.

El tiempo del stencil

Día a día, la ciudad amanece con decenas de colores y formas nuevas en sus paredes. Día a día, también, decenas de brochas cubren con pintura las imágenes que han adulterado la pulcritud de un muro. Ésas son las reglas del juego, que, paradójicamente, mantienen vivo a stencil citadino.

"No buscan ser borrados, pero lo necesitan. Si no, no habría pared donde poner una imagen más". Alan explica esto, y comprueba que su funcionamiento es similar al de una galería de arte. La exposición permanece un tiempo a la vista, para luego ceder el lugar a nuevas obras. "La sociedad va cambiando, y es necesario que los stencils se renueven", agrega Edwin.

Sólo así estas imágenes pueden leerse como una fotografía del momento que vive una comunidad. A través de este arte, que se exhibe públicamente sorteando los pasos de producción que exigen galerías y museos, las ideas e inquietudes que en un momento dado tiene la sociedad salen a la calle y quedan a la vista de todos.

"Santiago Stencil", entonces, es un retrato de la capital que, probablemente, ya no es posible encontrar en las paredes.

Santiago Stencil



Edwin Campos

y Alan Meller.

Tomado de: Diario el mercurio, 30 de marzo del 2008.